Esto es lo que me llevo de mi experiencia viviendo en Sri Lanka

Esto es lo que me llevo de mi experiencia viviendo en Sri Lanka

Hola guerrera, ¿cómo va esa energía esta semana? ✨

En esta Cartita Virtual de Energía te actualizo sobre mi viaje por el mundo. He de decir que me encuentro en una semana de transición. Acabamos de llegar a Bali para pasar aquí dos o tres meses, después de abandonar Sri Lanka. 

Cada cambio de ubicación es como una “muerte” en miniatura. Qué sensación tan agridulce de ilusión por lo que viene, y pena por lo que dejamos. 

Os comenté por Instagram que se me había ocurrido hacer una sección de “Guerreras por el mundo” para transmitiros parte de lo que experimento en cada país. Me parece una bonita excusa para sentarme a hablar con las mujeres locales y profundizar en su estilo de vida. 

En esta ocasión tuve la suerte de dar con Chandra, una mujer muy dulce que me confeccionó un par de vestidos en su tiendecita de ropa. Le pregunté si le importaba charlar conmigo y contarme más sobre su vida y sobre las costumbres de la mujer en Sri Lanka, y contenta accedió. Puedes ver algunas imágenes aquí:

Me explicó que en la cultura de Sri Lanka, se espera que las mujeres se encarguen de las tareas domésticas y la crianza de los hijos, mientras que los hombres suelen trabajar fuera de casa. Sin embargo, esta norma está cambiando y cada vez más mujeres están entrando en la fuerza laboral.

Puedes apreciarlo en las calles, ya que hay pocas mujeres conduciendo, manejando tuk tuks e incluso surfeando. No vi a ni una. 

También me percaté de que el hecho de hacer cosas nuevas, de dedicarse a algo que les haga felices o incluso de desearlo para sus hijas está tan lejos de su realidad que ni siquiera se les pasa por la cabeza. “Esto es lo que es” es todo lo que pueden decir.

Algo comprensible ya que Sri Lanka ha enfrentado una serie de desafíos en los últimos años, incluyendo conflictos étnicos y políticos, desastres naturales, terrorismo, la pandemia de COVID-19 y problemas económicos. Sin embargo, el país ha demostrado su capacidad para superar estos desafíos y seguir adelante.


Ya te imaginarás que para mí y todas mis guerreras eso sería algo sumamente triste. Después de descubrir que es posible vivir con PROPÓSITO, con una MISIÓN VITAL, ¿cómo llevaríamos el vivir tan limitadas e impotentes? ¿Llegaríamos a sentirnos plenas si solo nos ocupáramos de “tareas domésticas”? ¿Si no tuviéramos una posición social favorable para crecer?

Es un buen momento para considerarlo, para APROVECHAR LA OPORTUNIDAD que tenemos muchas de las que me leéis. 

☽ Para finalizar esta reflexión, quiero dejaros mi primer episodio de podcast donde me abro en canal y expreso con total sinceridad la visión de mi proyecto.

☽ Si has sentido que hay algo dentro en ti que aún no ha VISTO LA LUZ, si estás harta de tener que demostrar tu valor a través de un puesto de trabajo, es estudios y reconocimiento… creo que te puede gustar mucho. 

Os dejo por aquí el feedback de otras mujeres guerreras que me han escuchado:

Testimonios del podcast El Viaje de la Guerrera

Parece mentira como las cosas más naturales, sin guion y total vulnerabilidad, son las que más te conectan con los demás. 

Nos hemos inventado que lo riguroso, serio y profesional tiene más valor… ¡pero el pueblo habla!

Gracias compañeras.

Creo que no me he parado a agradecerte lo suficiente.

Creo que no me he parado a agradecerte lo suficiente.

Hoy os hablo de mi mejor aliado.

Este es un post un tanto especial, por no decir raro, ya que quiero agradecer a algo que ha estado junto a mí toda la vida, y que quizás no me he tomado el tiempo de dedicar el 100% de mi presencia a agradecerlo intencionadamente.

Al mismo tiempo, creo que puede inspirarte y/o motivarte inconscientemente, así que, espero que lo disfrutes.

Hace un par de días, hablando con una amiga sobre mi nuevo proyecto El viaje de la guerrera (Una escuela online para ayudar a mujeres que se sienten perdidas, en la típica crisis de los 30-40 de vida, y quieren sentirse realizadas personal y profesionalmente), ella me comentó:

—Oye Carla, necesito que me ayudes. Yo no siento que tenga un objetivo, un propósito vital. No le encuentro el sentido a lo que hago.

¿Vaya bomba, verdad?, hay que tener cojones para hacer esta declaración.

¿tú por donde empezarías?— me preguntó.

Contuve la palabra durante unos segundos y me di un mini margen de tiempo para buscar una respuesta concreta a la vez que útil. Y con total convencimiento contesté: “Comienza a entrenar”.

Podría haberle soltado mil y una estrategias de como la escritura terapéutica, la meditación o incluso hacer una mentoría conmigo pueden ayudarle. 😂 Pero es que mi alma ya tenía la respuesta antes que yo. El cuerpo tiene que comenzar a moverse.

Por la tarde volví a casa y me senté a trabajar en mi proyecto personal @elviajedelaguerrera . Repasando mi método y lo que es mi primer curso (que por cierto estoy superorgullosa del resultado 🫶🏻😝) , me di cuenta de que quizás no había incidido lo suficiente en el hecho de hacer ejercicio físico. “Claro”, pensé, “lo tengo tan interiorizado e integrado en mi rutina que no he sido capaz de identificarlo”.

Desde que era una mona con ocho meses ya escalaba la red de la cuna. Con cuatro, trepaba árboles y cualquier cosa que se me pusiera por delante. Y hasta el día de hoy no ha habido una etapa de mi vida donde el movimiento consciente, o inconsciente, no haya estado presente.

Actualmente, nos encontramos viajando por el mundo de forma indefinida y en cada parada: Atenas, Bangkok, Chiang Mai, Pai, Ha Long y Hoi An, lo primero que hemos hecho, ha sido buscar un lugar para entrenar.

Mientras escribo esta carta, voy recordando momentos donde el deporte me sacó del lodo más pegajoso y oscuro: cuando me mudé sola a otros países, en todas mis rupturas, cuando fallecieron personas importantes de mi vida, cuando me sentí sola, cuando estuve perdida, cuando se me cerraba el estómago de los nervios y hasta cuando estuve confinada por 4 meses.

Cuántas imágenes me vienen a la mente. Días de lluvia entrenando en los parques de Londres, mis primeras clases de capoeira en Francia, mis innumerables noches de salsa hasta las 5 de la mañana, las subidas a la montaña en la sierra de Madrid, las sesiones de surf en Bali, San Diego y Portugal o mis primeros intentos con el skate. Y ahora que me doy cuenta, todas estas fueron en solitario. Es decir, yo cogía mi cuerpo y nos íbamos de cita. Algunas veces nos encontrábamos con otros cuerpos, pero normalmente el deporte siempre me ha dado esa libertad: ser yo. Sola o acompañada.

De hecho, me hace tanto bien, que cuando estoy enferma (Covid incluido) lo primero en lo que pienso es en entrenar, lo mínimo viable, pero no quedarme quieta.

Hoy, 13 de marzo de 2023 y desde mi cama, quiero dar las gracias al deporte, al movimiento, llámalo como quieras. Es eso que siempre ha estado ahí, sigiloso, paciente, educándome y poniéndome a prueba.

He llorado por alejarme de ti cuando me he lesionado, he sufrido por pensar que algún día no te podría disfrutar, me he esforzado porque permanezcas conmigo durante muchos años, porque sin ti estoy perdida.

Te debo gran parte de lo que soy. Una mujer fuerte y con coraje. Gracias a ti me mantengo equilibrada y resiliente, me has ayudado mucho.

Quiero dejar estas palabras aquí reflejadas, para leerlas cuando me entre la pereza de ir al gym.

Y si, por algún casual, pueda inspirar a otras personas a acercarse más a él.

Gracias por leerme 🫶🏻

No me gustan nada las vacaciones

No me gustan nada las vacaciones

¿Y si ayudar a tus clientes entre cocoteros, descalza, sonriendo y rebosando de poder sea lo más productivo del mundo?

Antes de nada, os pongo en contexto con este panorama en el que me encuentro a la hora de escribiros (foto superior).

Hace dos días, cogimos un avión desde Halong Bay a Hoi An. En dos horas, cómodamente nos desplazamos desde una de las siete maravillas naturales del mundo a esta bonita ciudad costera.

Cuando viajo por estos países, que tienen menos libertades, no dejo de agradecer a cada segundo la gran suerte que tenemos de haber nacido en España. La facilidad para movernos, para tomar decisiones y para darnos el capricho de visitar estos lugares paradisiacos. Los tailandeses o vietnamitas probablemente no salgan de sus países en toda su vida.

Ya no solo porque económicamente sea inviable para ellos, sino porque las restricciones son tan severas que pueden tardar años en reunir las pruebas para conseguirlo.

Por otro lado, una chica tai que conocí en Chiang Mai, me contaba que ellos no entienden lo de “coger vacaciones” y tomar una semana libre. Para ellos, su rutina de labores de la casa, familiares y de trabajo es continua. Lo de pegarse un mes de descanso es cosa de occidentales.

Y hablando del término “vacaciones”, es una palabra que me chirría constantemente. Durante nuestro gran viaje nos lo han repetido cien veces: “Enjoy your holidays!”.

Desde que tengo uso de razón, me he preguntado por qué existen las vacaciones y por ende, las obligaciones.

¿Quién inventó que tenemos que ir al colegio, quién es el máximo superior que va a castigarte por hacer lo que realmente quieres, y no lo que una entidad ficticia impone?

Creo que todos hemos filosofado sobre ello alguna vez, pero para mí este tema supone más una causa.

Esto no quiere decir que sea una rebelde, o que no esté dispuesta a hacer las cosas que me gustan menos, pero si considero necesario repasar estos conceptos. Hay una parte de todo este montaje del sistema que puede estar interfiriendo en algo tan importante como nuestros sueños.

Vamos a parar por un segundo, antes de calentarme demasiado, para diseccionar estar palabras:

👉🏻 Ob-ligación: ligado o atado desde fuera. Sus componentes léxicos son: el prefijo ob- (enfrentamiento u oposición), ligare (atar), más el sufijo -ción (acción y efecto).

👉🏻 Ocio: El término ocio etimológicamente proviene del latín otium, que significa reposo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992), ocio es el tiempo libre, fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales. Ocio también significa “tiempo de juego”, “descaso”, “desocuparse” o “innacción”.

Y por cierto, ya que nos ponemos en plan culto, “La palabra negocio es una palabra latina formada de nec y otium, o sea “sin ocio”.

¿En qué momento tuvieron que separarse los conceptos juego y trabajo?, ¿tengo que aburrirme trabajando?, ¿la inacción es ocio?, ¿acaso los japoneses no dicen que el secreto de la felicidad es tener una ocupación?

Mi conclusión es que nos han metido todas estas creencias con calzador.

Quiero lanzarte una pregunta más para reflexionar:

¿Y si creásemos un nuevo mundo donde trabajar – divertirte – jugar y estar de vacaciones vayan adheridos? ¿y si ayudar a tus clientes entre cocoteros, descalza, sonriendo y rebosando de poder sea lo más productivo del mundo?

En estos momentos te estoy escribiendo esta Carta de energía, teóricamente trabajando, pero realmente es mi momento de máximo relax del día. Y por supuesto, no es una ob-ligación.

Os dejo un par de hashtags de guerreras 😝🫶🏻

#atrápamesipuedes

#tragozar

Déjame un mensajito si esta reflexión resuena contigo. Muuuuuak!

Carla.

Mi vida ha vuelto a dar un giro de 360º

Mi vida ha vuelto a dar un giro de 360º

Os escribo desde mi nueva casa en Chiang Mai, Tailandia. 🇹🇭

Con 33 añitos recién cumplidos, ¿qué mejor manera de empezar esta carta que compartiendo el mejor regalo de este año? 😃

Nuestra casita en Chiang Mai, Tailandia

Como os adelanté en alguna de las cartas anteriores, en enero de 2023 tenía planeado dejar todo en España para comenzar a vivir viajando.

Sinceramente, después de un año de espera y muchas expectativas, a medida que se acercaba el 14 de enero (nuestra fecha de partida) tenía una extraña sensación de que algo iba a salir mal. Será porque la vida siempre se ha presentado de forma agridulce y mi cabeza es incapaz de contemplar un estado de tanta plenitud y felicidad. Hasta el día que pisamos Atenas (nuestra primera escala) no me lo creí.

El hecho de vivir viajando nunca ha estado en “mi top de necesidades vitales”, la verdad es que siempre he hecho un poco (bastante) lo que he querido. Cuando lo he necesitado he huido, he viajado, me he mudado o me he escondido. Pero esta vez me exponía a un nuevo reto: vivir sin planes.

Literalmente, no sabemos dónde estaremos en un mes, ni cuánto ingresaremos, ni qué haremos. Es como dar un salto al vacío confiando en que todo lo que hicimos, construimos y experimentamos en el pasado nos ayudará para “ir resolviendo”.
Sergio y yo tenemos fe en ello, ¿por qué no íbamos a tenerla?, nos hemos pasado la vida trabajando, estudiando, exigiéndonos…

¿Y qué es lo peor que puede pasar? En nuestro caso, quedarnos donde estábamos y no ser capaces de descubrir hasta donde podríamos haber llegado.

Uno de los aspectos que más hemos trabajado en este tiempo de transición, hasta el momento de volar a Asia, ha sido el desapego.

Por un lado, el desapego material, ya que tuvimos que despedirnos de nuestro nidito en Titulcia (Madrid), nuestros coches, nuestra ropa y nuestros libros (muy importante). Y, por otro lado, el desapego emocional de nuestra profesión de toda la vida, nuestros clientes, amigos y familia. Os grabamos un capítulo de pódcast sobre ello, podéis encontrarnos en Spotify, Ivoox y Youtube.

El apego a la seguridad, a la estabilidad o a lo familiar no es malo per se, por lo menos, así me gusta verlo. De hecho, es una de las razones por las que creamos vínculos y por las que, muchas veces, evitamos riesgos reales para nuestro bienestar.

Sin embargo, comienza a ser perjudicial cuando esas “ataduras” imaginarias nos alejan de nuestro centro, de nuestra naturaleza más esencial.

Carla siempre fue una niña libre y aventurera. Mi madre conserva notas de cuando tenía tan solo meses, en las que decía “A Carla le encantan los retos”, “siempre quiere hacer todo por sí misma”. Tenéis aquí la prueba 🤗:

Y sigue siendo así, retarme me da vida, me entusiasma. La monotonía me apaga, o como yo digo, me marchita. Yo opino que todos necesitamos cierta dosis de reto, ¿no es así?

Pero qué difícil es SOLTAR. Lo cierto es que también se entrena, os lo aseguro.

Me encantaría oír vuestra opinión en los comentarios de este artículo. . También puedes escribirme por privado en instagram o contestar a este email.

Mucho power.

Carla.

Por si necesitas un mensaje diferente esta Navidad.

Por si necesitas un mensaje diferente esta Navidad.

Cómo hacer de las fiestas navideñas tu momento de crecimiento e introspección.

      Me lanzo con un mensaje diferente para el día de Nochebuena. Se me ha venido a la cabeza sacar este tema hoy porque creo que puede ayudar a todas esas personas que se sienten como yo respecto a estas celebraciones.

No dejo de leer mensajes repletos de melancolía y sentimentalismo y sinceramente, pienso que en muchas situaciones, estas fechas nos traen más pena que alegría. La buena noticia es que puedes hacer algo para remediarlo.

En mi caso, la Navidad dejó de ser un gran evento desde hace muchos años. Padres separados, familiares que se van demasiado pronto. Por desgracia, no recuerdo una sin urgencias, UCIs y otras malas noticias. Nuestros encuentros familiares han llegado a ser de 2 y 3 personas. Mientras que muchos salen de copas y se reúnen con grandes grupos de amigos, yo ni me molesto en responder a un par de mensajes de difusión que recibo. Después de vivir muchos años fuera, mis amistades están “descentralizadas”, por decirlo de alguna manera.

Gracias a mi forma de ser tan entusiasta, no dejo de disfrutar del ambiente navideño. Las luces, el olor a castaña asada y la decoración me vuelven loca. En el fondo, siento que disfruto de una fantasía que para nada se relaciona con la realidad. Pero bueno, mi capacidad imaginativa da para otro capítulo.

El caso es que, hubo una vez que las fechas especiales me dolían, ¿y por qué dolían más que otras?, porque nos predisponen para ello. Los medios nos presentan una escena ficticia: grandes comilonas, sonrisas, regalos, encuentros multitudinarios en familia, cenas de Navidad… estereotipos que nos vemos automáticamente obligados a perseguir. Esto se traduce en “olvidarnos de quienes somos por unos días” y ” hacer la vista gorda”. Compartir comidas con personas con las que ni te tomarías un café en todo el año, la carrera por el regalo perfecto (muchos por compromiso e innecesarios), ponerte hasta las cejas de comida y bebida después de hacer un gran esfuerzo por cuidarte los meses anteriores… en fin, una buena sobredosis de incoherencia.

Y lo peor es, que si nos libramos de todo eso de forma involuntaria, como me pasó a mí, también sufrimos por anhelar eso que no tenemos y que desde fuera parece tan especial.

En mis años en el extranjero he desmontado muchas creencias y me he permitido vivir esta época del año más “hacia adentro”. Alejarme de lo que hace todo el mundo me da paz. Observar los anuncios navideños como quien ve una comedia. Ha llegado el punto donde me alegro de de no vivir esa presión social en la que muchos se pierden a sí mismos. 

Si quieres acabar el año con buen pie y proponerte unos cuantos propósitos para el 2023 comienza desde ya. Comienza por crear tu propia práctica de vida, por vivir cada mes de forma significativa sin tener que esperar al día 24 para ver a tu tío y para ofrecerle a los tuyos tus mejores galas. Te aseguro que puedes hacer de las navidades un momento de introspección y crecimiento magnífico. Sin depender de obligaciones autoimpuestas y sentimientos encontrados.

Hoy, y después de muchos años sin entender la suerte que tengo, doy gracias por sentarme con “mis totos” (mi madre, mi hermana, mi prima, mi tía y mi perrita). Mi pequeña familia a la que no tengo que sorprender con detalles porque ya lo hago durante todo el año, la que respeta mi forma de hacer las cosas y (aunque no siempre me entienden) me quieren sin condiciones. Doy gracias por mi sesión de gym de esta mañana, por no cambiar mis planes por las demandas de otros, por haber construido unos hábitos fuertes que me hacen sentir orgullosa de quien soy. Doy gracias por no volver a perderme intentando encajar en un molde donde nunca me sentí feliz. 

Te deseo Feliz Navidad. Y sobre todo, la valentía para disfrutarla A TU MANERA.

Te leo en los comentarios ✨❤️

 


 


¿Por qué un empleo no es suficiente para garantizar tu seguridad financiera a largo plazo?

¿Por qué un empleo no es suficiente para garantizar tu seguridad financiera a largo plazo?

Por qué tu trabajo actual ya no es seguro.

Hoy vengo a hablarte de algo que nos preocupa a todos: la SEGURIDAD. Y con ello la bendita ESTABILIDAD.

A todos nos gusta sentir que nuestra situación o decisiones son seguras, y nos aportan estabilidad. El problema aparece cuando tratamos a estas dos como objetivos, y no como consecuencias. ¿Qué significa esto?, que nuestra estrategia de vida o profesional se ve condicionada por el miedo y la incertidumbre, y no por lo que de verdad queremos.

Muchos me conocéis por ser gran partidaria de poseer un proyecto propio. Llámese emprendimiento, publicación de un libro, ingresos pasivos, o como quieras.

Y, aunque a muchos pueda echarles para atrás esta idea porque se sienten muy a gusto (y “seguros”) en su puesto de trabajo, se está convirtiendo en algo imperativo para protegerte del futuro.

Muchos de nosotros seguimos estancados en la mentalidad de la era industrial. En nuestro inconsciente más próximo seguimos suponiendo que un puesto de trabajo nos soluciona la vida y pensar de otra manera implica un esfuerzo.

Sin embargo, esta mentalidad se ha vuelto cada vez más obsoleta en un mundo en constante cambio y evolución. La economía global está en constante cambio, las industrias están evolucionando y la tecnología está avanzando a un ritmo acelerado, lo que significa que no se puede garantizar la estabilidad en ningún trabajo o industria a largo plazo.

Además, muchas personas que siguen esta mentalidad anticuada tienden a ignorar los riesgos inherentes que vienen con depender únicamente de un empleo. La pérdida de un trabajo puede resultar en la pérdida de una fuente única de ingresos y puede ser devastador para las finanzas personales y la seguridad a largo plazo.

En cambio, adoptar una mentalidad más moderna y diversificada que incluya múltiples fuentes de ingresos y una planificación financiera a largo plazo puede proporcionar una mayor estabilidad y seguridad. Esto puede incluir emprender, invertir en el mercado de valores, adquirir habilidades adicionales (habilidades de mujer guerrera) y mantener un portafolio diversificado de activos.

Yo misma jugueteando con webs y negocios online desde 2014

Otro aspecto a tener en cuenta es el tiempo. Cada vez, un bien más preciado. Parece increíble que en la era del conocimiento, la tecnología, la innovación y el talento haya alguien que siga vendiéndose por horas.

Riesgos de depender de un empleo

✵ Un trabajo no te pertenece, le pertenece a su dueño. No puedes asegurarlo, no puedes venderlo (como un activo), no puedes sacarle más rentabilidad que tu sueldo.

✵ Tu libertad está condicionada por un horario y, a veces, por una zona geográfica.

✵ Mientras sigues en la rueda, otros se adelantan en experiencia y habilidades. Diversifican y actualizan su conocimiento. Si te quedas sin trabajo, estás obsoleto.

✵ El modelo de producir por horas, como si de una fábrica se tratase, hace que no te quede tiempo para pensar, para crear, para valorar si realmente hay otra forma de hacer las cosas.

“Los pobres trabajan tanto que no tienen tiempo de ser ricos”

Robert Kiyosaki

✵ Difícilmente, tus valores y principios estén alineados con los de una gran empresa donde el principal objetivo, y casi necesidad, es vender a toda costa. Esto nos genera una sensación de insatisfacción y desalineamiento en nuestra vida.

“No persigan hacer dinero, persigue proyectos chulos con los cuales puedas cambiar vidas. Primero la sabiduría, después los millones”.

Raimon Samsó.

✵ Puede venir una pandemia, una guerra, un despido, una quiebra, y no te puedes permitir tener todos los huevos en una misma cesta.

✵ El empleo deja de darte dinero si te detienes, sin embargo, cuando originas algo tuyo (un activo) puede seguir proporcionándote dinero aunque hayas dejado de trabajar.

✵ En España tenemos la tasa de contratos por temporalidad más alta de Europa: un 30%. Todo está mudando hacia lo temporal, lo eventual, la flexibilidad.

Hasta aquí algunas de las razones que puedo compartir hoy contigo. Mi mensaje no es de alarma, sino de esperanza. La situación está cambiando y todo cambio trae oportunidades.

Y tú, ¿esperas oportunidades?, ¿buscas oportunidades? o ¿creas oportunidades?.

Carla Martínez Reche


En mi escuela online “El viaje de la guerrera” he preparado un curso de 12 lecciones en vídeo donde te explico desde 0 cómo salir de esa realidad anticuada que nos limita y condiciona. Deja de sentirte obsoleta y ponte las pilas.

El curso “La llamada a la aventura” es todo lo que necesitas para disolver tus miedos y dudas sobre ti misma y tu futuro. Un programa para comenzar a desmontar creencias que te están frenando y te tienen paralizada.

 Es un curso 50% teórico, 50% práctico.