Nuestra experiencia viviendo y viajando por el sudeste asiático 🗺️

Nuestra experiencia viviendo y viajando por el sudeste asiático 🗺️

¿Por qué hemos vuelto antes de lo previsto?

Hola guerreras! Después de unas semanas de “aterrizaje” me dispongo a contaros un resumen de mi vivencia estos meses viajando y emprendiendo por el sudeste asiático.

Sé que muchas de las que me seguís soñáis con viajar y poder llevaros el negocio/trabajo a cuestas, así que el salseo de hoy os interesa. 😝👉🏻

PEQUEÑO RESUMEN DE NUESTRA RUTA

Salimos el 14 de Enero de 2023. Hemos hecho base en 4 lugares principales, además de otras paraditas cortas de escala. Estos han sido: Tailandia, Vietnam, Sri Lanka e Indonesia.

La verdad es que no hemos podido elegir mejor los “campamento base”, así lo llamamos, y volveríamos a repetir la misma combinación.

🐘 Comenzamos por Chiang Mai, una ciudad tailandesa en el norte del país. En sus calles se puede respirar la cultura tradicional entre una vibrante comunidad de expatriados y locales. Hay muchos cafés y espacios de coworking y rápida conexión a Internet disponible en toda la ciudad, por lo que se nos hizo fácil desarrollar nuestros proyectos.

En Chiang Mai puedes disfrutar explorando los templos históricos, los mercados locales y una rica gastronomía.

🏖️ Seguimos nuestro camino en Vietnam. Tras dos paradas un poco caóticas por Hanoi y Ha Long, nos asentamos en Hoi Han. Una ciudad bonita y colorida que nos había recomendado.

Hoi An es lugar tranquilo, con pocos turistas, una amplia variedad de planes y restaurantes disponibles y muchas cafeterías para trabajar (eso para nosotros era muy importante 😁). El plus de Hoi An es la playita y su gente. Nos sentimos como en casa.

🕌 De forma improvisada, y debido a las condiciones de la visa y los vuelos, nos trasladamos hasta Sri Lanka para pasar los próximos 2 meses. No habíamos investigado la zona antes porque estábamos involucrados en los próximos retiros que estábamos organizando con nuestro proyecto Viajar con Alma y en nuestros negocios online.

Aterrizamos por la zona sur (Hikkaduwa, Ahangama y Weligama). Es la costa más turística y atractiva para nómadas digitales y surferos. Tienes un poco de todo, aunque muchas menos facilidades que Tailandia, Vietnam o Indonesia. Fue una etapa de introspección, surf y naturaleza salvaje.

🛕 Acabamos nuestra aventura en Indonesia. Bali nos acogió con los brazos abiertos, un clima exquisito y definitivamente fue nuestro destino preferido.

Sin embargo, en torno al mes 6 de la aventura viajando con la casita a cuestas sentimos que algo nos llamaba a volver a la península.

¿Qué nos estaba ocurriendo?…

LOS 4 VIAJEROS

Hay diferentes formas de viajar y diferentes tipos de viajeros. Yo los resumiría en 4 principales:

  • El mochilero: un alma que anhela aventura, apertura mental, abrir sus horizontes y vivir cuantas más experiencias posibles. Normalmente, tira de ahorros y se enfoca en dejarse llevar.

  • El viajero turístico que está de vacaciones y busca experiencias y comodidad.

  • El viajero perpetuo o nómada digital. Personas que gozan de un trabajo remoto o un sueldo estable que les permite cambiar de país y residencia según les apetezca.

  • Y la variante de este último hemos sido nosotros: los viajeros emprendedores jeje.

¿Esto qué quiere decir? Que hemos dado el salto a un nuevo estilo de vida a la par que soltábamos la seguridad del país de origen, de un sueldo fijo, un coche, amigos y todo lo familiar.

Lo que suele decirse: “salir de la zona de confort” y sin titubeos.

Durante los primeros meses, no hemos gozado de un sueldo estable, ni de suficientes ahorros, y hemos puesto todo nuestro foco en la creación de nuestros bebés.

Estos son: el segundo libro de Sergio, los retiros y experiencias de desarrollo personal, una academia online de preparación física y mi gran estrella polar: El viaje de la Guerrera.

Podéis imaginar que siendo un equipo de dos (ahora ya somos más), el esfuerzo energético y emocional es grande. Y la verdad es que lo hemos llevado muy bien hasta el final. Teníamos claro que ese era el objetivo: gozar de libertad y tiempo para CREAR y construir nuestros sueños desde el propósito personal.

Muchos expertos en finanzas nos habrían recomendado invertir antes de descapitalizarnos, pero nuestra gran inversión ha sido en nosotros y en nuestros dones más ocultos.

Otros viajeros nos aconsejaron visitar más lugares impresionantes que no terminamos por ver, porque queríamos construir una rutina fundiéndonos con el entorno y sentir que ese lugar era “casa”.

La familia y amigos esperaban que no volveríamos en dos años, y volvimos a las 6 meses porque fue el tiempo que necesitamos para sentar las bases de lo que iba a ser, a partir de ahora, nuestro nuevo proyecto vital.

Nuestro plan es seguir viajando y viviendo donde nos sintamos en casa. Puede ser cerca del mar, como en Portugal, donde nos asentaremos los próximos meses. Puede ser en la montaña, en Florencia, en Sudamérica o en Los Ángeles. El caso es que la decisión se fundamenta en nuestro llamado interior, no en el exterior.

LAS SOMBRAS DE VIVIR VIAJANDO

Como hemos dicho antes, hay mucho detrás de las fotos preciosas de cada destino.

*** En este episodio que grabamos Sergio y yo en conjunto (Podcast de Viajar con Alma) charlamos con otras dos viajeras que hacen lo mismo que nosotros y os contamos en detalle. Si lo estás pensando hacer algún día: yo correría a oírlo.

Viajar, emprender y disfrutar a la par requiere de una maestría personal de alto nivel. Tienes que ser capaz de autogestionarte, mental y emocionalmente. Si viajas con alguien es un desafío más, en ese sentido.

Situaciones que pueden ocurrir y para las que tienes que estar preparada (nunca lo estás):

  • Problemas de salud, digestivos principalmente, y no contar con un buen servicio médico.

  • Apagones de luz (en Sri Lanka duraban hasta 3 horas). Teniendo en cuenta que teníamos lanzamientos en directos y videollamadas constantemente de las que dependen nuestros negocios, puedes imaginarte que es muy inconveniente. 🤪

  • Mucho calor y humedad.

  • No contar con una cocina en casa.

  • Desabastecimiento de cosas que normalmente utilizas en tu día a día y que al no tenerlas durante meses…cansa.

  • Comer casi siempre lo mismo (noodles, arroz y mucha fritura y salsas).

  • Tráfico y polución.

  • Personas que te miran como si fueras una “moneda andante”. Constantemente intentando encarecer los precios, engañarte y venderte algo.

  • Vivir con una mochila de 50 litros y poco más. Para nosotros esto no fue un impedimento.

Estas son algunas de las situaciones normales que vives en estos países y que, al principio, son hasta divertidas.

En nuestro caso, los 6 meses fueron el umbral para comenzar a sentir que esto nos restaba. No teníamos la necesidad de buscar más desafíos para crecer personalmente, sentíamos que ya habíamos cerrado ese ciclo y estábamos preparados para algo diferente.

Y es que así es la vida, cíclica. Y por suerte, tenemos la posibilidad de cambiar de rumbo cada vez que percibamos que una etapa está a punto de acabar.

Salimos de casa en enero de 2023 sin expectativas, sin un objetivo, simplemente con la ilusión de dejarnos sorprender por el viaje. No habíamos planeado nada y estábamos abiertos a todo.

¿LA VUELTA?

Hemos vuelto de Asía más nobles y sabios, con nuestro propósito bien claro, y esto no habría sido posible sin las aventuras de los últimos 6 meses.

También hemos vuelto reforzados como pareja, reafirmando que somos un GRAN EQUIPO.

No digo que hemos vuelto a España porque la aventura continúa.

Ahora hemos pasado un mes en Cádiz con la familia, pararemos por Madrid para hacer unas gestiones y visitar los centro de entrenamiento que gestiona Sergio, nos subiremos al norte para impartir los retiros de verano y comenzaremos la temporada de invierno viviendo en Portugal. Viviendo cerquita del mar y nutriendo nuestra alma.

Espero que os inspire esta historia, y mi realidad.

Solo quiero añadir que está al alcance de cualquiera de vosotras,

y simplemente hay que tener claro el precio que estás dispuesta a pagar por tus sueños.

Mucho power y amor, guerreras.

Puedes dejarme un mensajito por aquí:

🎙️#5 Revelaciones desde Bali 💭🌴

🎙️#5 Revelaciones desde Bali 💭🌴

Verdades que no os he contado sobre mí.

Por ponerte en contexto:

Llevamos 6 meses viajando.

5 países que han sido casa.

Y estos 2 últimos meses han sido los más especiales… porque he vuelto a Bali.

Estaba deseando ver como esa muchacha que llegó aquí hace 4 años ahora pisa Indonesia completamente transformada.

Más consciente, más sabia, con menos idealismos pero mostrando la misma intensidad por la vida. También he vuelto vestida con más verdad y menos ego.

Para que os hagáis una idea, en 2019 llegué aquí después de una ruptura, en plan Julia Roberts en Come, Reza y Ama. De hecho, tomé ese papel adrede para hacer del viaje toda una película jajaja (ese viaje da para una novela, con chamán incluido).

También venía de haber vivido los últimos 3 años en Londres rodeada de superficialidad, cinismo y estatus.

Me sentía vacía, sin sentido y a la deriva. De hecho, no organicé el viaje. Ni siquiera me molesté en reservar la primera noche de hotel. Y más que por mi faceta aventurera, esta vez lo hice por apatía, solo quería escapar de mi realidad.

Por así decirlo, Bali me sostuvo en mi noche oscura del alma.

¡Pero me quitó la tontería en 20 días!

A partir de aquel momento… La vida ha sido un continuo FLUIR.

Podéis imaginar que mi regreso a la Isla de los Dioses ha sido emocionante.

Y una vez más, no me ha defraudado.

Eso sí, quiero hacer un inciso para navegantes y aventureras…

Lo que es “Bali” y sus zonas populares es una ficción. Turistas por todos lados haciendo cola para hacerse una foto trucada, indoneses trampeando por todos lados con el único objetivo de sacarte todo el dinero posible, incluso aunque tu experiencia sea nefasta. Las calles de Canggu repletas de silicona a kilos, musculitos al aire, bebida, postureo, polución, tráfico…

El Bali que te llevas, es el que tú te construyes.

Y puede ser una magnífica u horrible experiencia.

SEGUIMOS…

Recientemente, os he grabado un episodio de podcast que he titulado: “Revelaciones de la reina de Saba”. Donde os cuento las verdades que no os he dicho hasta ahora.

El caso es que desde que he dado a luz “El Viaje de la guerrera” los DESAFÍOS han sido continuos. Esta vez no en el plano material (negocio, marketing, branding…) sino en el aspecto emocional.

Cuando te dispones a dar un mensaje tan POTENTE Y PROFUNDO a una mujer que puede cambiar su vida, no resulta fácil.

Ser la persona que inicie el llamado de las guerreras, es una misión de gran responsabilidad. Y el compromiso es heavy jaja

Como no me doy tregua y siempre tiendo a la excelencia, he creído conveniente extender a 6 meses el plazo para asentar los principios y fundamentos de este espacio sagrado. El viaje de la Guerrera.

Ha sido en Bali donde puedo dar por concluida la maduración de esta primera etapa de asentamiento profesional y personal… y el CLIC ESTABA EN MIS CREENCIAS, ¡de nuevo! ¡Qué original!

La creencia de que no tengo que tomar el protagonismo. La creencia de que si brillo demasiado seré menos querida.

La creencia de que si digo la verdad en alto será too much para algunos.

La creencia de que no puedo hablar claro y establecer sentencias porque como “coach” estaría violando ciertos principios…

La creencia de que mostarme sensual, sexi y atrevida me desacredita como profesional.

La creencia de que si me muestro como soy: alegre, segura de mi misma, crítica, rebelde y directa, generaré envidias.

Lo que a continuación os adelanto es parte de los factores que me han hecho CLIC (again) y que me han permitido desbloquear esta parte tan importante de mi crecimiento personal, espiritual y profesional:

  • Un libro: Ser mujer. Un Viaje heroico. De Maureen Murdock.

  • Un nuevo contexto: durante mi viaje, y especialmente en Bali, me he cruzado con ángeles bonitos que me han recordado mi poder.

Qué importante es contar con un entorno movido por el amor, y no por el miedo.

Estos ángeles ya habían iniciado también tu propio viaje del héroe. Y al contrario que otras veces, no he recibido juicios, críticas y miedos… sino aliento, esperanza, confianza y admiración.

Bali simboliza eso: AMOR.

Y ese era el último ingrediente que concluye esta deliciosa receta: el amor a mi misma.

Mujer: si eres una Guerrera rebelde y visionaria, tienes que escuchar este último episodio de podcast.

El máaaaaaaas difícil de mi carrera hasta ahora. Pero el más sincero.

Podcast disponible en Apple Podcast – Recuerda suscribirte y dejarme una valoración si te mueve ❤️💎

GRACIAS DE NUEVO, BALI.

Esto es lo que me llevo de mi experiencia viviendo en Sri Lanka

Esto es lo que me llevo de mi experiencia viviendo en Sri Lanka

Hola guerrera, ¿cómo va esa energía esta semana? ✨

En esta Cartita Virtual de Energía te actualizo sobre mi viaje por el mundo. He de decir que me encuentro en una semana de transición. Acabamos de llegar a Bali para pasar aquí dos o tres meses, después de abandonar Sri Lanka. 

Cada cambio de ubicación es como una “muerte” en miniatura. Qué sensación tan agridulce de ilusión por lo que viene, y pena por lo que dejamos. 

Os comenté por Instagram que se me había ocurrido hacer una sección de “Guerreras por el mundo” para transmitiros parte de lo que experimento en cada país. Me parece una bonita excusa para sentarme a hablar con las mujeres locales y profundizar en su estilo de vida. 

En esta ocasión tuve la suerte de dar con Chandra, una mujer muy dulce que me confeccionó un par de vestidos en su tiendecita de ropa. Le pregunté si le importaba charlar conmigo y contarme más sobre su vida y sobre las costumbres de la mujer en Sri Lanka, y contenta accedió. Puedes ver algunas imágenes aquí:

Me explicó que en la cultura de Sri Lanka, se espera que las mujeres se encarguen de las tareas domésticas y la crianza de los hijos, mientras que los hombres suelen trabajar fuera de casa. Sin embargo, esta norma está cambiando y cada vez más mujeres están entrando en la fuerza laboral.

Puedes apreciarlo en las calles, ya que hay pocas mujeres conduciendo, manejando tuk tuks e incluso surfeando. No vi a ni una. 

También me percaté de que el hecho de hacer cosas nuevas, de dedicarse a algo que les haga felices o incluso de desearlo para sus hijas está tan lejos de su realidad que ni siquiera se les pasa por la cabeza. “Esto es lo que es” es todo lo que pueden decir.

Algo comprensible ya que Sri Lanka ha enfrentado una serie de desafíos en los últimos años, incluyendo conflictos étnicos y políticos, desastres naturales, terrorismo, la pandemia de COVID-19 y problemas económicos. Sin embargo, el país ha demostrado su capacidad para superar estos desafíos y seguir adelante.


Ya te imaginarás que para mí y todas mis guerreras eso sería algo sumamente triste. Después de descubrir que es posible vivir con PROPÓSITO, con una MISIÓN VITAL, ¿cómo llevaríamos el vivir tan limitadas e impotentes? ¿Llegaríamos a sentirnos plenas si solo nos ocupáramos de “tareas domésticas”? ¿Si no tuviéramos una posición social favorable para crecer?

Es un buen momento para considerarlo, para APROVECHAR LA OPORTUNIDAD que tenemos muchas de las que me leéis. 

☽ Para finalizar esta reflexión, quiero dejaros mi primer episodio de podcast donde me abro en canal y expreso con total sinceridad la visión de mi proyecto.

☽ Si has sentido que hay algo dentro en ti que aún no ha VISTO LA LUZ, si estás harta de tener que demostrar tu valor a través de un puesto de trabajo, es estudios y reconocimiento… creo que te puede gustar mucho. 

Os dejo por aquí el feedback de otras mujeres guerreras que me han escuchado:

Testimonios del podcast El Viaje de la Guerrera

Parece mentira como las cosas más naturales, sin guion y total vulnerabilidad, son las que más te conectan con los demás. 

Nos hemos inventado que lo riguroso, serio y profesional tiene más valor… ¡pero el pueblo habla!

Gracias compañeras.

Creo que no me he parado a agradecerte lo suficiente.

Creo que no me he parado a agradecerte lo suficiente.

Hoy os hablo de mi mejor aliado.

Este es un post un tanto especial, por no decir raro, ya que quiero agradecer a algo que ha estado junto a mí toda la vida, y que quizás no me he tomado el tiempo de dedicar el 100% de mi presencia a agradecerlo intencionadamente.

Al mismo tiempo, creo que puede inspirarte y/o motivarte inconscientemente, así que, espero que lo disfrutes.

Hace un par de días, hablando con una amiga sobre mi nuevo proyecto El viaje de la guerrera (Una escuela online para ayudar a mujeres que se sienten perdidas, en la típica crisis de los 30-40 de vida, y quieren sentirse realizadas personal y profesionalmente), ella me comentó:

—Oye Carla, necesito que me ayudes. Yo no siento que tenga un objetivo, un propósito vital. No le encuentro el sentido a lo que hago.

¿Vaya bomba, verdad?, hay que tener cojones para hacer esta declaración.

¿tú por donde empezarías?— me preguntó.

Contuve la palabra durante unos segundos y me di un mini margen de tiempo para buscar una respuesta concreta a la vez que útil. Y con total convencimiento contesté: “Comienza a entrenar”.

Podría haberle soltado mil y una estrategias de como la escritura terapéutica, la meditación o incluso hacer una mentoría conmigo pueden ayudarle. 😂 Pero es que mi alma ya tenía la respuesta antes que yo. El cuerpo tiene que comenzar a moverse.

Por la tarde volví a casa y me senté a trabajar en mi proyecto personal @elviajedelaguerrera . Repasando mi método y lo que es mi primer curso (que por cierto estoy superorgullosa del resultado 🫶🏻😝) , me di cuenta de que quizás no había incidido lo suficiente en el hecho de hacer ejercicio físico. “Claro”, pensé, “lo tengo tan interiorizado e integrado en mi rutina que no he sido capaz de identificarlo”.

Desde que era una mona con ocho meses ya escalaba la red de la cuna. Con cuatro, trepaba árboles y cualquier cosa que se me pusiera por delante. Y hasta el día de hoy no ha habido una etapa de mi vida donde el movimiento consciente, o inconsciente, no haya estado presente.

Actualmente, nos encontramos viajando por el mundo de forma indefinida y en cada parada: Atenas, Bangkok, Chiang Mai, Pai, Ha Long y Hoi An, lo primero que hemos hecho, ha sido buscar un lugar para entrenar.

Mientras escribo esta carta, voy recordando momentos donde el deporte me sacó del lodo más pegajoso y oscuro: cuando me mudé sola a otros países, en todas mis rupturas, cuando fallecieron personas importantes de mi vida, cuando me sentí sola, cuando estuve perdida, cuando se me cerraba el estómago de los nervios y hasta cuando estuve confinada por 4 meses.

Cuántas imágenes me vienen a la mente. Días de lluvia entrenando en los parques de Londres, mis primeras clases de capoeira en Francia, mis innumerables noches de salsa hasta las 5 de la mañana, las subidas a la montaña en la sierra de Madrid, las sesiones de surf en Bali, San Diego y Portugal o mis primeros intentos con el skate. Y ahora que me doy cuenta, todas estas fueron en solitario. Es decir, yo cogía mi cuerpo y nos íbamos de cita. Algunas veces nos encontrábamos con otros cuerpos, pero normalmente el deporte siempre me ha dado esa libertad: ser yo. Sola o acompañada.

De hecho, me hace tanto bien, que cuando estoy enferma (Covid incluido) lo primero en lo que pienso es en entrenar, lo mínimo viable, pero no quedarme quieta.

Hoy, 13 de marzo de 2023 y desde mi cama, quiero dar las gracias al deporte, al movimiento, llámalo como quieras. Es eso que siempre ha estado ahí, sigiloso, paciente, educándome y poniéndome a prueba.

He llorado por alejarme de ti cuando me he lesionado, he sufrido por pensar que algún día no te podría disfrutar, me he esforzado porque permanezcas conmigo durante muchos años, porque sin ti estoy perdida.

Te debo gran parte de lo que soy. Una mujer fuerte y con coraje. Gracias a ti me mantengo equilibrada y resiliente, me has ayudado mucho.

Quiero dejar estas palabras aquí reflejadas, para leerlas cuando me entre la pereza de ir al gym.

Y si, por algún casual, pueda inspirar a otras personas a acercarse más a él.

Gracias por leerme 🫶🏻

No me gustan nada las vacaciones

No me gustan nada las vacaciones

¿Y si ayudar a tus clientes entre cocoteros, descalza, sonriendo y rebosando de poder sea lo más productivo del mundo?

Antes de nada, os pongo en contexto con este panorama en el que me encuentro a la hora de escribiros (foto superior).

Hace dos días, cogimos un avión desde Halong Bay a Hoi An. En dos horas, cómodamente nos desplazamos desde una de las siete maravillas naturales del mundo a esta bonita ciudad costera.

Cuando viajo por estos países, que tienen menos libertades, no dejo de agradecer a cada segundo la gran suerte que tenemos de haber nacido en España. La facilidad para movernos, para tomar decisiones y para darnos el capricho de visitar estos lugares paradisiacos. Los tailandeses o vietnamitas probablemente no salgan de sus países en toda su vida.

Ya no solo porque económicamente sea inviable para ellos, sino porque las restricciones son tan severas que pueden tardar años en reunir las pruebas para conseguirlo.

Por otro lado, una chica tai que conocí en Chiang Mai, me contaba que ellos no entienden lo de “coger vacaciones” y tomar una semana libre. Para ellos, su rutina de labores de la casa, familiares y de trabajo es continua. Lo de pegarse un mes de descanso es cosa de occidentales.

Y hablando del término “vacaciones”, es una palabra que me chirría constantemente. Durante nuestro gran viaje nos lo han repetido cien veces: “Enjoy your holidays!”.

Desde que tengo uso de razón, me he preguntado por qué existen las vacaciones y por ende, las obligaciones.

¿Quién inventó que tenemos que ir al colegio, quién es el máximo superior que va a castigarte por hacer lo que realmente quieres, y no lo que una entidad ficticia impone?

Creo que todos hemos filosofado sobre ello alguna vez, pero para mí este tema supone más una causa.

Esto no quiere decir que sea una rebelde, o que no esté dispuesta a hacer las cosas que me gustan menos, pero si considero necesario repasar estos conceptos. Hay una parte de todo este montaje del sistema que puede estar interfiriendo en algo tan importante como nuestros sueños.

Vamos a parar por un segundo, antes de calentarme demasiado, para diseccionar estar palabras:

👉🏻 Ob-ligación: ligado o atado desde fuera. Sus componentes léxicos son: el prefijo ob- (enfrentamiento u oposición), ligare (atar), más el sufijo -ción (acción y efecto).

👉🏻 Ocio: El término ocio etimológicamente proviene del latín otium, que significa reposo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992), ocio es el tiempo libre, fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales. Ocio también significa “tiempo de juego”, “descaso”, “desocuparse” o “innacción”.

Y por cierto, ya que nos ponemos en plan culto, “La palabra negocio es una palabra latina formada de nec y otium, o sea “sin ocio”.

¿En qué momento tuvieron que separarse los conceptos juego y trabajo?, ¿tengo que aburrirme trabajando?, ¿la inacción es ocio?, ¿acaso los japoneses no dicen que el secreto de la felicidad es tener una ocupación?

Mi conclusión es que nos han metido todas estas creencias con calzador.

Quiero lanzarte una pregunta más para reflexionar:

¿Y si creásemos un nuevo mundo donde trabajar – divertirte – jugar y estar de vacaciones vayan adheridos? ¿y si ayudar a tus clientes entre cocoteros, descalza, sonriendo y rebosando de poder sea lo más productivo del mundo?

En estos momentos te estoy escribiendo esta Carta de energía, teóricamente trabajando, pero realmente es mi momento de máximo relax del día. Y por supuesto, no es una ob-ligación.

Os dejo un par de hashtags de guerreras 😝🫶🏻

#atrápamesipuedes

#tragozar

Déjame un mensajito si esta reflexión resuena contigo. Muuuuuak!

Carla.

Mi vida ha vuelto a dar un giro de 360º

Mi vida ha vuelto a dar un giro de 360º

Os escribo desde mi nueva casa en Chiang Mai, Tailandia. 🇹🇭

Con 33 añitos recién cumplidos, ¿qué mejor manera de empezar esta carta que compartiendo el mejor regalo de este año? 😃

Nuestra casita en Chiang Mai, Tailandia

Como os adelanté en alguna de las cartas anteriores, en enero de 2023 tenía planeado dejar todo en España para comenzar a vivir viajando.

Sinceramente, después de un año de espera y muchas expectativas, a medida que se acercaba el 14 de enero (nuestra fecha de partida) tenía una extraña sensación de que algo iba a salir mal. Será porque la vida siempre se ha presentado de forma agridulce y mi cabeza es incapaz de contemplar un estado de tanta plenitud y felicidad. Hasta el día que pisamos Atenas (nuestra primera escala) no me lo creí.

El hecho de vivir viajando nunca ha estado en “mi top de necesidades vitales”, la verdad es que siempre he hecho un poco (bastante) lo que he querido. Cuando lo he necesitado he huido, he viajado, me he mudado o me he escondido. Pero esta vez me exponía a un nuevo reto: vivir sin planes.

Literalmente, no sabemos dónde estaremos en un mes, ni cuánto ingresaremos, ni qué haremos. Es como dar un salto al vacío confiando en que todo lo que hicimos, construimos y experimentamos en el pasado nos ayudará para “ir resolviendo”.
Sergio y yo tenemos fe en ello, ¿por qué no íbamos a tenerla?, nos hemos pasado la vida trabajando, estudiando, exigiéndonos…

¿Y qué es lo peor que puede pasar? En nuestro caso, quedarnos donde estábamos y no ser capaces de descubrir hasta donde podríamos haber llegado.

Uno de los aspectos que más hemos trabajado en este tiempo de transición, hasta el momento de volar a Asia, ha sido el desapego.

Por un lado, el desapego material, ya que tuvimos que despedirnos de nuestro nidito en Titulcia (Madrid), nuestros coches, nuestra ropa y nuestros libros (muy importante). Y, por otro lado, el desapego emocional de nuestra profesión de toda la vida, nuestros clientes, amigos y familia. Os grabamos un capítulo de pódcast sobre ello, podéis encontrarnos en Spotify, Ivoox y Youtube.

El apego a la seguridad, a la estabilidad o a lo familiar no es malo per se, por lo menos, así me gusta verlo. De hecho, es una de las razones por las que creamos vínculos y por las que, muchas veces, evitamos riesgos reales para nuestro bienestar.

Sin embargo, comienza a ser perjudicial cuando esas “ataduras” imaginarias nos alejan de nuestro centro, de nuestra naturaleza más esencial.

Carla siempre fue una niña libre y aventurera. Mi madre conserva notas de cuando tenía tan solo meses, en las que decía “A Carla le encantan los retos”, “siempre quiere hacer todo por sí misma”. Tenéis aquí la prueba 🤗:

Y sigue siendo así, retarme me da vida, me entusiasma. La monotonía me apaga, o como yo digo, me marchita. Yo opino que todos necesitamos cierta dosis de reto, ¿no es así?

Pero qué difícil es SOLTAR. Lo cierto es que también se entrena, os lo aseguro.

Me encantaría oír vuestra opinión en los comentarios de este artículo. . También puedes escribirme por privado en instagram o contestar a este email.

Mucho power.

Carla.